La torre de Sant Joan se levanta en una isla ubicada dentro del «port dels Alfacs», a unos 50 metros de la linea de costa. Fue construida en el año 1576 por Felipe II y formaba parte de un conjunto de cuatro torres que habían de defender las tierras del Delta de la piratería. Solo dos de ellas se llegaron a edificar.
Llegar a las cercanías de la torre es un poco difícil y por lo tanto el paraje es bastante solitario. Cuando yo la visité, de madrugada, no se veía a nadie. El acceso hasta la isleta de la torre se hace por un camino de piedras sueltas, bastante inestables, que en ese momento se encontraba sumergido. De echo, yo no tenía la intención de llegar hasta la base de la torre: las fotos que tenía previstas las quería hacer desde tierra y a ello me puse.
Entonces fue cuando se produjo un fenómeno que aún hoy me tiene sorprendido: el camino de piedras hacia la torre que se encontraba bajo el agua se fue haciendo visible. «que rápida es la marea», pensé. Hasta que pocos minutos después el camino volvió a desaparecer tan rápido como había surgido! Realmente parecía sacado de una novela de fantasía: la torre me había invitado a acercarme y yo, que de sangre de héroe debo tener poca, no había aceptado el reto!
Lo cierto es que la explicación racional a este cambio brusco del nivel de la bahía seguro que existe, pero se me escapa. Lo único que puedo añadir es que mientras el agua bajaba se notaba cierta corriente de este a oeste que se invirtió cuando esta volvió a subir. Talmente como si un gigante hubiese hecho oscilar todo los Alfacs.
Sería interesante conocer la explicación científica, pero de mientras, soy feliz de pensar que la torre me invitó a entrar …
Esta foto pertenece al álbum Delta del Ebro